miércoles, 30 de julio de 2008

una huella

Tuve un marco vacío en Buenos Aires, costó encontrarlo. Esperaba tranquilo entre un desorden de artefactos inertes pero caminantes históricos en un mercado de antigüedades de San Telmo. Desconocía su paradero originario, la obra albergada por él que habría acompañado sus pasos, o incluso si habría sido huérfano, construido para encontrarla sin resultados.
Colgué el marco en la pared, blanca pero no lisa, rugosa, había sido pintada sobre sus ladrillos aún patentes. Ahí la imagen, un marco enmarcando una pared blanca, esperando su obra, esperando una imagen, esperando un mensaje. Desconozco su actual situación, si seguirá esperando paciente o habrá sido descolgado y envuelto en papel de diario, en una espera oculta, enmarcando vacíos en un bajo escalera.
Andando en bici por Barcelona, en una de esas callecitas casi imposibles del Gótico, esas intransitables en las que caben con suerte dos personas caminando juntas; ahí, al lado de un restaurante medio de mala muerte, me estaba esperando, otro y el mismo, para correr veloz a coronar mi cabecera. Esta vez enmarca una pared que ya no es blanca, casi de un color irreproducible en palabras, ver para creer, será morado? Fucsia(?) tal vez? Que llena mis días y despertares de color, en mi pequeño mundo íntimo de la habitación. Sigue buscando, esperando algo.
Y en un momento llega a través de otros contextos, toda la importancia del marco. El marco como ombligo, como recorte, lugar de las artes, perspectiva. Un plano de composición contrario al desmarcaje de acuerdo con unas lineas de fuga que pasan por el territorio para abrirlo al universo. A la vez que encierra, libera porque trasciende, como un espacio finito que se desenvuelve hacia el infinito. Es recorte de una totalidad más que de una realidad.
El marco está vacío, allí no hay espejos, tampoco hay una forma, ni da directamente a la pared. El marco es como una ventana, que va a un mundo desconocido. El marco esperando silencioso ir al encuentro de su imagen. Una espera, una búsqueda, una pregunta.

1 comentario:

Unknown dijo...

sigue ahi palenque, esperando su imagen, adornando la pared rugosa donde aparecen los fantasmas de tu hospicio