lunes, 13 de octubre de 2008

Quinientos dieciseis años.

Sudorosos y hedientos cuerpos morenos se la llevan cautiva…Nubes negras, barro, potencia de caballos que cabalgan…Vuelve el malón, rotundos se escuchan los pasos, victoriosos en su barbarie. Barbarie/hedor/placer.
La cautiva se deja ir, escuchando el latir del indio que la está agarrando, la cabeza de su civilizado hombre de los pelos cuelga y es perdida pronto en el fragor de la cabalgata. No teme pero su cuerpo late. Espera palabras susurradas hasta ahora por ella desconocidas.
La cruz ya no es pecado, sino mero símbolo de batalla ganada que adorna la morada de los bárbaros. El incienso no tapa el hedor de los cuerpos.
Espera la blanca cautiva ser envuelta por la ciencia de los sentidos.
Las dicotomías enunciadas más allá de las palabras, el encuentro de los dos mundos se plasma en los cuerpos, en el uso de ellos, en los objetos, en sus símbolos. Pulcritud y hedor, pecado y goce, verbo y acto, enunciado y cosa, oro cambiado por espejos, indias y conquistadores, indios y doncellas.
Las distinciones de las formas se anulan e integran en la conjunción de los cuerpos, la vuelta a aquello que fue, al comienzo, principio de los tiempos…tiempo sin tiempo, simbiosis,
circularidad, verbo y acto, cavernas oscuras…placer…Allí donde naufragan los nombres y las palabras…El cielo protector se oscurece y comienza la lluvia, que cae sobre la tierra…

1 comentario:

Lovelyrita dijo...

hola, soy Lucia. vi que te gusta Lisandro. me encantaron tus fotos, un saludo.