miércoles, 21 de enero de 2009

ser y estar

Volver, o venir, o llegar a estas tierras. Desembarcar, o aterrizar, o ir cayendo, o apoyar los pies. Aquí nuevamente, que suena a que ya estuve y también suena a nuevo. Raro y conocido, todo tan lo mismo y tan otro. Hoy duermo por primera noche en mi casa, mi fucsia ha trasmutado en rojo carmesí, tanto espacio que a mi pequeño cuerpo cuesta ocupar. Expandirse y rodar por el piso vacio entre colores, imágenes de lejanas y maravillosas tierras, palabras y la musica que llena todos los recovecos de mi casa. De día veo gallinas y una chimenea desde mi balcón...prendo una vela al altar de lo que busco, a los eternos pasillos, a los caminos. Me reencuentro con antiguas sensaciones, otras y las mismas, livianas y profundas. Una imponente necesidad del ejercicio y no la predica de la libertad, ahí en las profundidades del ser. Una runa que habla de principio, de dejar para ser de nuevo...aqui nuevamente, en la ciudad, en casa, mi casa.

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