miércoles, 21 de enero de 2009

ser y estar

Volver, o venir, o llegar a estas tierras. Desembarcar, o aterrizar, o ir cayendo, o apoyar los pies. Aquí nuevamente, que suena a que ya estuve y también suena a nuevo. Raro y conocido, todo tan lo mismo y tan otro. Hoy duermo por primera noche en mi casa, mi fucsia ha trasmutado en rojo carmesí, tanto espacio que a mi pequeño cuerpo cuesta ocupar. Expandirse y rodar por el piso vacio entre colores, imágenes de lejanas y maravillosas tierras, palabras y la musica que llena todos los recovecos de mi casa. De día veo gallinas y una chimenea desde mi balcón...prendo una vela al altar de lo que busco, a los eternos pasillos, a los caminos. Me reencuentro con antiguas sensaciones, otras y las mismas, livianas y profundas. Una imponente necesidad del ejercicio y no la predica de la libertad, ahí en las profundidades del ser. Una runa que habla de principio, de dejar para ser de nuevo...aqui nuevamente, en la ciudad, en casa, mi casa.

martes, 9 de diciembre de 2008

dos

Un mes, un suspiro de cuatro semanas, un sin fin de días que uno tras otro transcurren irreales…un vivir cada minuto saboreándolo, un olvido y traspolación del tiempo a las profundidades…un estar antes de que los deseos sean ya recuerdos.
Un vertigo, y un pasaje de ida.
Un invierno que se desfigura en verano, unas presencias que se transforman en otras, unas caras que se desdibujan, y otras que reclaman su sombra. Unas formas de ser nunca. Unas manos que desentierran raices. Unas semillas que contienen todo lo que puede ser, un ser y estar en cualquier lugar. Una forma de ver la luz, unas miles de incertidumbres, un compendio de palabras no dichas. Un recuerdo patente de la luna en el desierto. Unos secretos de las transitadas ciudades invisibles. Un perderse para poder encontrarse. Un espejo en negativo. Un viajero que reconoce lo poco que es suyo al descubrir lo mucho que no ha tenido y no tendrá.

martes, 18 de noviembre de 2008

jemma el fna

Ahí cruzando el mar, tan cerca y tan lejos. Saliendo del viejo mundo para entrar en un mundo otro, ya incomprensiblemente anterior o no, en ese tiempo paralelo que no necesariamente fue ayer ni mañana. Un mundo otro, un tiempo otro que nos remonta al nuestro. Distinto e igual, extrañamiento y empatía, desconocer y encontrarse en el rozar de los cuerpos y las miradas. Venir desde allá lejos para reconocernos familiares. Dónde esta ese punto de encuentro de realidades tan lejanas, de historias diversas, ambos somos Otros de Unos. En el medio de todo esto un lugar común, en el sentido de compartido. El espacio, que se abre, el espacio público, transitado, popular, múltiple e indefinido. Allí como en el carnaval donde se trastocan las identidades, o se construyen otras, la fiesta, el divertimento, la música, el baile. En medio de la rosada ciudad se abre ese lugar. Encrucijada. Laberinto de olores, de sabores, de sonidos. Encantadores de serpientes, dentistas, narradores de relatos ancestrales, músicos frenéticos, comedores de vidrio, tatuadores, astrólogos, aguadores, médicos tradicionales. Y una música continua nos va arropando desde la plaza mientras nos dormimos en la terraza vecina sobre una alfombra mágica que da vueltas en medio de toda su maravillosa locura a la vez que nos envuelve y nos transporta. Una voz que sale de la torre y nos asusta con su tono inconfundible y la incomprensión de sus palabras, se va mezclando con el sonido musical perpetuo, hipnótico, infinito hasta el amanecer. Pues me parece haber estado ahí antes, pero en otras geografías, antes pero en tiempos indefinidos, antes pero en los mismos sueños, empapada de sus mágicas energías. También estuve allí, en una terraza desde donde se podía ver la ciudad, una muy distinta.

lunes, 10 de noviembre de 2008

La excéntrica vida de las acuáticas palabras secretas

La traducción binaria de las sensaciones momentáneas, aún perdidas en el vasto universo cibernético, transpasa el tiempo. Ya no es el viento que se lleva las palabras, un contexto que se deshace, una persona que olvida lo ante dicho, un sonido fuerte que no permite la escucha. No, allí están perpetuadas hasta las posibilidades de infinidad que tenga su soporte(lo cual absolutamente desconozco, será eterno?). Bueno la cuestión sería qué pasa cuándo la sensación de aquel día, de un día, de unos días aparece como La sensación, y ahí peco del uso desmedido de las mayúscula. Releo “Te diste cuenta” y me da pánico, no me encuentro y no dejo de hallarme. Cómo distinguir sueño, vigilia o estar totalmente despierto, cuál en qué nivel de la percepción. No sé que pasa pero estos días se me está dando por el optimismo, una locura. Una acto de fe en medio de la hecatombe, pero lo peor de lo peor es el defender lo indefendible y sin embargo hacerlo. Un acto de egoísmo existencial? Entre el realismo y la ingenuidad, un no sé qué…mentira, ilusión, mito, necesidad, una sensación más bien irracional...un pregunta sobre nuestra naturaleza…las mismas preguntas, sin respuesta.

Un pasaje a algún lugar…

lunes, 27 de octubre de 2008

unadevontrier

Hoy se confunden el sueño, realidad y vigilia. Por qué algunas sensaciones pueden materializarse o más bien tomar una imagen concreta y otras carecen de ella. El amor se representa rojo corazón. Me pregunto por las otras que no son tan populares o marketineras como para dibujarlas en el margen de las hojas. A la culpa siempre me la imagine(se vende aunque no se quiera comprar) como se representa a la muerte, con una capa, con cara de calavera aunque a veces pueda ser más lujuriosa y pasearse vestida de fiesta(con zapatos de charol). Me la imagino reflejandose en las vidrieras con su capa oscura, aquellas por las que acabamos de transitar o ver su peluca rubia. Y nos roza su reflejo en espejos, tras nuestro paso, siempre inasible. Sólo haciendo sombra, dobla las esquinas. Nos persigue por la ciudad-laberinto. Dónde queda el afuera de la ciudad es deconocido.
Ultimamente me imagino la bronca, sentimiento repetido en estos días. No cualquier bronca, sino una profunda y fundada en actos impunes. Bronca sin fronteras aunque contra cada una de ellas incluso las internas. La bronca como pequeños volcanes que recorren todo el cuerpo, la sange se espesa. Se revuelve y sale o intenta salir desde el interior de cada poro, con la fuerza de la erupción. Y se escurre por cada escritorio en el que se cierra la ventana, mancha el cartel donde está escrito el nombre de una sociedad anónima que te roba en los pasillos de tu casa, se cuela por las rejas que encierran a tus amigos, llena estomagos vacios, riega las flores de cada tumba que no debería existir. Y se acumula en cada uno de los días en los que pasamos de las cosas y los actos más tremendos se nos vuelven intracendentes.
O es realmente unos de esos días en los que ese poco de luz de un camino se apaga porque la salida se tapó de piedras y no sólo hay oscuridad sino que falta el aire. O no se trata de un día sino que te diste cuenta(TE DISTE CUENTA)y/o te estas volviendo más pesimista. Lamento considerar que es la segunda, y que en realidad es más bien realismo, valga la redundancia. Y ante la imposibildad de ir tirando bombas por ahí, se ha elegido la de una ínfima acción cotidianan hacia aquellos que por lo menos tienen nombre y ha comenzado con una instalación de basura en un bajo escalera. Una búsqueda desesperada de una acción más constructiva y colectiva. Ahí si, contra todo. qué hacer? cómo hacerlo? quiénes hacer? alcanza con hacer algo que enlindezca el mundo?Los volcancitos paran un momento pero quedan latentes.
Bueno, a veces la perspectiva cambia, aunque venga de lejos y recién empiece a conocer el mundo. Y todo pase en el mismo día, en en el mismo sueño, en la misma vigilia. Brindis por eso. Bienvenido.

miércoles, 15 de octubre de 2008